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¿Qué es el movimiento okupa?

Entrevista completa que me realizaron para el periódico Atlántico y de la que sólo se publicó una escueta parte (14/8/2011)

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¿Qué es el movimiento ocupa?

Mucha gente preferimos denominarlo con "k", movimiento okupa, pues designa a muchos colectivos sociales que entran en casas, edificios y naves vacíos durante mucho tiempo de modo tal que denuncian la especulación urbana que suelen ocultar esos espacios abandonados, a la vez que los utilizan para satisfacer sus necesidades de vivienda o de lugares donde poder realizar actividades de interés social, cultural y político, casi siempre de forma gratuita y autogestionada.

¿Qué queda de ese movimiento?

Aunque hay experiencias durante la época de la llamada Transición, a finales de la década de 1970, el movimiento okupa comienza a extenderse desde mediados de la década de 1980 y llega hasta la actualidad con muchísimas y muy valiosas experiencias. En ciudades como Madrid en los últimos cinco años ha experimentado un nuevo auge y desde las asambleas del 15M se han okupado edificios vacíos en Zaragoza, Cadiz y Palma de Mallorca donde poder consolidar todo el trabajo de crítica política y democracia directa que se está realizando.

El uso del término ocupa ¿es el correcto en los medios de comunicación?

Por desgracia, durante muchos años hubo muy poca sensibilidad hacia el tema de la especulación urbana y de las alternativas sociales como la okupación. En los medios de comunicación se han mezclado situaciones muy distintas y, a veces, se han propagado asociaciones estigmatizadoras de los y las okupas con comportamientos delictivos o anti-sociales cuando en la gran mayoría de casos esos jóvenes y no tan jóvenes, en muchos casos, han conseguido revitalizar edificios y barrios con el trabajo cooperativo, creativo y crítico de muchas personas. Toda esa labor positiva no aparece tan frecuentemente reflejada e informada, aunque desde que arreció la crisis económica cada vez se observa una mayor cobertura.

La denominación ocupa es un poco como un cajón de sastre donde cabe todo tipo de comportamientos, incluso los delictivos...

Yo distinguiría entre el hecho de habitar una vivienda largamente abandonada y otros comportamientos que los okupas puedan mostrar. Lo primero me parece justo, necesario y revelador de una situación general donde priman la corrupción, el desarrollismo urbano, la precariedad y la ausencia de políticas sociales de vivienda. Después, una vez que se okupa un inmueble, les corresponde a sus okupantes ser responsables de sus relaciones sociales entre sí y con la gente vecina. A nadie le exime de nada el hecho de estar okupando o de tener un discurso crítico o una apariencia de rebeldía en su vestimenta.

¿Esa confusión ha perjudicado en la imagen que la opinión pública tiene del movimiento ocupa?

Sí, pero suele ser debido al hecho, como decía, de que son más "noticia" los casos de okupas despolitizados, a quienes no les importa el tipo de propietario del inmueble ni los problemas de su vecindario, que la actividad diaria, voluntaria y constructiva de muchos miles de okupas que dedican todo su esfuerzo a reclamar derechos urbanos esenciales.

Usted conoce Vigo, ¿hubo un movimiento ocupa en la ciudad? ¿Qué pasó con él y cuáles fueron sus logros?

Sí que lo hubo, al menos durante la década de 1990 y algunos años de la presente. No fue muy amplio, la verdad, pero todavía recuerdo con mucho cariño los centros sociales del callejón de Núñez (detrás de la Rúa do Progreso) y Verde Lúa (cerca de Pi y Margall), aunque unos años antes fue también muy importante la okupación de los antiguos cuarteles de Barreiro, una buena oportunidad perdida para reclamar la autogestión social de aquel gran espacio, quizá debido a la inexperiencia del movimiento. En otros casos que conocí en Vigo (Tomás Alonso, Anguía, etc.), lamentablemente la adicción a algunas drogas por parte de algunos okupas malogró la duración y apertura social de esos lugares, pero insisto en que ese tipo de problemas son particulares y no se pueden generalizar al conjunto de okupaciones. En el año 2007 también hubo un intento rápidamente reprimido de okupar colectivamente la Panificadora próxima al Concello. Desde mi trabajo con el Plan Comunitario do Casco Vello en 1993-95 siempre habíamos reivindicado la salvaguarda de ese emblemático edificio y su rehabilitación para un uso social, pero los intereses especulativos nuevamente acabaron imponiéndose, por eso me alegré, en la distancia de aquella breve okupación simbólica. Además, centros sociales como A Cova dos Ratos y otros proyectos semejantes retomaron también la filosofía autogestionaria de algunas okupaciones del pasado.

Published: 14 de agosto de 2011
Keywords: Activism